Sentido adiós a Doña Aura, la mujer que alimentó los sueños de Teófilo para ser futbolista
Una multitud acompañó a Teo y a su familia en el sepelio.
Bajo el inclemente sol de las 10 de la mañana, partió una multitud de personas desde el barrio La Chinita hacia el Cementerio Universal para sepultar a Doña Aura, la abuela de Teo, la mujer que siempre apoyó al futbolista llenándolo de esperanzas. A las 11 y 40 de la mañana llegó al camposanto el cortejo fúnebre que recorrió un gran sector del suroriente de Barranquilla.
El nieto de doña Aura, Teófilo Gutiérrez encabezó junto con su padre el cortejo fúnebre cargando el ataúd adornado con una bandera de Junior en la parte superior.
Cuando ingresaban al cementerio, las personas que acompañaron a Teo y a su familia aplaudieron como símbolo de esfuerzo por todo lo realizado por doña Aura Castro de Gutiérrez, seguido a los aplausos. El sonido de la campana anunciaba la llegada del nuevo morador al camposanto.
En las angostas calles del cementerio se aglomeró la gente para darle el último adiós a Doña Aura. Otros curiosos simplemente querían ver al futbolista del Sporting de Lisboa de Portugal.
En el recorrido los familiares de Aura Castro de Gutiérrez no aceptaban lo que el destino ya había hecho, y comenzaron a gritar "Ay mi abuela, ¿Por qué tú? ¡Párate, párate!", "Quien me va a llevar las aguas de maíz a la casa ¿Quien?", "Nadie será mejor que ella".
Minutos después llegaron hasta el bloque norte del Cementerio Universal donde se encontraba la bóveda en la que permanecerá por la eternidad Doña Aura.
Hasta allí llegó una multitud con camisetas de Junior, de la selección Colombia, y colores con tonos cálidos para despedirla. Frente a la bóveda, abrieron el féretro y guardaron junto al cuerpo de Doña Aura las camisetas de Junior y Colombia de su nieto.
Seguido a eso Teo comenzó a golpear el ataúd de su abuela y por el dolor que tenía en su alma por su partida, se desmayó y cayó en los brazos de un familiar.
El futbolista no pudo ver a su abuela cuando la sepultaban, porque lo llevaron hasta la plaza del cementerio para que se recompusiera de su caída anímica.
Durante varios minutos, familiares y seguidores le dieron ventilación a Teo para que se levantara y le diera el último adiós a la mujer que alimentó de esperanzas el sueño de ser futbolista.
Finalmente Teo no pudo estar cuando su abuela ingresaba a la bóveda donde vivirá eternamente.